La pendiente en redes de saneamiento es uno de esos detalles que, aunque no se ve, marca una gran diferencia en el funcionamiento de una instalación. Cuando esta pendiente no es la adecuada, los desagües comienzan a dar problemas: malos olores, atascos frecuentes o incluso filtraciones. Por eso, entender cómo se puede comprobar la inclinación de las tuberías sin necesidad de romper suelos es clave tanto para propietarios como para técnicos.
¿Qué pasa si la pendiente no es la correcta?
Una red de tuberías funciona como un tobogán: el agua y los residuos deben deslizarse por su interior ayudados por la gravedad. Si la pendiente es muy baja, el agua no tiene fuerza para moverse y los residuos se quedan estancados. Por el contrario, si la inclinación es demasiado pronunciada, el agua baja demasiado rápido y no arrastra bien los sólidos. En ambos casos, el resultado es el mismo: atascos y más mantenimiento del deseado.
¿Por qué puede cambiar la pendiente de una tubería?
- Aunque al instalar una red todo parezca estar bien, con el tiempo pueden aparecer problemas. Algunos factores que afectan la pendiente en redes de saneamiento son:
- Hundimientos del terreno por obras, tráfico o lluvias intensas
- Mala ejecución en la instalación original
- Roturas o deformaciones internas por acumulación de sedimentos
- Tuberías antiguas que han cedido por desgaste
¿Cómo se puede revisar la pendiente sin hacer zanjas?
Hoy existen herramientas que permiten ver lo que ocurre dentro de una tubería desde fuera. Una de ellas es la cámara empujada para inspección de tuberías, que se introduce por una boca de acceso y recorre la red grabando imágenes desde el interior. Esta cámara puede equiparse con un contador de distancia (odómetro) y una pequeña sonda que emite una señal.
En el exterior, se utiliza un detector con modo sonda que da información de profundidad. Con él, se puede saber en qué punto exacto se encuentra la cámara bajo tierra y a qué profundidad está. Esto permite comprobar si la tubería sigue una pendiente uniforme o si hay zonas más hundidas o elevadas de lo que deberían estar.
Esta técnica es especialmente útil para la detección de sonda enterrada y para localizar con precisión otros servicios enterrados sin riesgo de dañarlos.
¿En qué casos se recomienda hacer esta revisión?
Comprobar la pendiente en redes de saneamiento es una buena idea en situaciones como:
- Problemas recurrentes de atascos o malos olores
- Viviendas o edificios antiguos sin planos actualizados
- Obras nuevas en las que se quiere verificar que todo quedó bien instalado
- Antes de realizar reformas o taladros en suelos donde podrían pasar tuberías
Revisar la pendiente en redes de saneamiento ya no requiere obras complicadas ni romper suelos. Gracias a herramientas modernas como la cámara empujada de inspección con sonda y el detector de profundidad, es posible identificar fallos de inclinación y localizar con precisión servicios enterrados sin necesidad de excavar. Una solución práctica, rápida y muy útil para evitar problemas mayores en el futuro.
Fuente: Miguel Ángel Monge Redondo – Conducciones y algunos aspectos relacionados con su cálculo (iAgua)